Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 12 abr (Xinhua) -- La caída pronunciada del dólar contribuye a moderar la inflación en Uruguay, que alcanzó su menor nivel en dos décadas, pero afecta negativamente a las exportaciones de sectores estratégicos como el agroindustrial, afirmó el decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica (UCU), Marcos Soto.
Según los datos oficiales, la inflación en Uruguay se desplomó a una tasa anualizada del 3,8 por ciento, la mitad de lo que solía registrar en los últimos años, aumentando el poder adquisitivo de los hogares.
"Tenemos una inflación baja, pero es a costa del valor extraordinariamente bajo del dólar", dijo a Xinhua Soto.
La inflación transable, dependiente del dólar, está muy por debajo del índice general, en el entorno del uno por ciento. Pero la inflación no transable, con lógicas más locales, está en el entorno del seis por ciento, indicó el experto.
El dólar estadounidense se mantiene en torno a los 38 pesos por unidad, lo que ha generado duras críticas de los exportadores, que alegan falta de competitividad.
Soto explicó que, según el tipo de cambio real que calcula el Banco Central del Uruguay (BCU), el valor nominal presenta una apreciación adicional del peso uruguayo de "entre un 20 y 25 por ciento", por lo que "el tipo de cambio debería estar en el entorno de 44 o 45 pesos".
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, reconoció que "el factor tipo de cambio tiene una enorme incidencia" sobre la competitividad del país, negativa por la "debilidad" del dólar.
Mattos declaró que la fortaleza del peso uruguayo "es consecuencia de su propio éxito". La entrada de capitales, junto a las exportaciones, fortalecen al peso uruguayo en comparación con el dólar.
Soto advirtió de que si el valor del dólar llegase a los 44 o 45 pesos, "posiblemente se acelere la inflación", superando el rango objetivo del 3 al 6 por ciento.
El BCU recortó esta semana la Tasa de Política Monetaria (TPM), cincuenta puntos básicos, hasta el 8,5 por ciento. Una inflación moderada, además del "descenso gradual de las expectativas", favorecieron una decisión orientada a debilitar el peso uruguayo frente al dólar.
Para Soto, esta medida "puede desincentivar las inversiones (del ahorro) en pesos", si bien todo dependerá de cómo evolucione la inflación.
