RÍO DE JANEIRO, 29 dic (Xinhua) -- El fortalecimiento de los lazos comerciales entre Brasil y China fue un factor decisivo para el desempeño positivo de la economía brasileña en 2025, en un contexto marcado por el impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos a productos brasileños y la reorientación del comercio exterior brasileño hacia el mercado asiático, evaluó el especialista André Victor Mendes Rosa.
El geógrafo y experto en estudios estratégicos expuso en entrevista con Xinhua que el aumento de las tensiones comerciales entre Brasil y Estados Unidos aceleró un proceso de profundización de las relaciones económicas con China, que ya se había consolidado como el principal socio comercial del país sudamericano.
"China viene profundizando los lazos con Brasil", sostuvo Mendes Rosa, sobre todo después del llamado "tarifazo" o elevación de aranceles a productos brasileños por parte del presidente estadounidense, Donald Trump.
"Una parte importante de las exportaciones brasileñas que antes se dirigían a Estados Unidos pasó a orientarse hacia China", afirmó el entrevistado, al subrayar que ese cambio reforzó la posición del país asiático como el mayor socio comercial de Brasil.
Según el analista, la canasta exportadora brasileña hacia China está concentrada en productos agrícolas como soya y maíz, así como en materias primas como petróleo y mineral de hierro, que son estratégicas para la economía china, en particular para su seguridad alimentaria y energética.
"Con la necesidad de China de garantizar el suministro de estos productos, esta relación se volvió aún más fuerte en 2025", explicó el entrevistado.
Mendes Rosa mencionó que los datos de comercio exterior reflejan con claridad esta intensificación, que en el caso de las exportaciones de soya, por ejemplo, registraron un crecimiento de alrededor de 31 por ciento, mientras que el 28 por ciento de la pauta exportadora brasileña tuvo como destino directo el mercado chino.
El especialista afirmó que la tendencia es que esa relación continúe profundizándose en los próximos años, impulsada por el alto nivel tecnológico y productivo del agronegocio brasileño, así como por la creciente demanda china de materias primas.
"El agronegocio brasileño es de altísimo nivel tecnológico y de gran sofisticación productiva. Con una población de alrededor de 1.400 millones de habitantes, China necesita estas 'commodities' (materias primas básicas) y Brasil es el mejor socio posible por su capacidad productiva", sostuvo Mendes Rosa.
El geógrafo señaló que de cara al 2026, existen perspectivas de una mayor intensificación de los vínculos económicos bilaterales, no solo en el comercio, sino también en el flujo de inversiones.
Recordó en tal sentido que Brasil es en la actualidad el tercer mayor receptor de inversión extranjera directa procedente de China.
"Estas inversiones no solo aumentaron, sino que también se diversificaron", afirmó el entrevistado, al destacar que sectores vinculados al agronegocio, la energía y la infraestructura concentran buena parte del interés de los capitales chinos.
El analista comentó también que los empresarios brasileños del sector agropecuario proyectan una expansión significativa de las exportaciones, en especial de soya.
"Se habla de la posibilidad de que Brasil exporte hasta 112 millones de toneladas de soya a China, además del aumento en las ventas de maíz, mineral de hierro y petróleo", señaló.
Mendes Rosa añadió que este escenario dependerá en buena medida de la evolución del tipo de cambio brasileño, ya que si Brasil mantiene un cambio "favorable" para la exportación, un poco más bajo, "la tendencia es que estos lazos se profundicen aún más en 2026".
El especialista subrayó que la sintonía diplomática entre ambos países también contribuye a la solidez de la relación bilateral.
"Son países con una diplomacia muy positiva, con dos presidentes que buscan el desarrollo mutuo de las naciones. No son países imperialistas, sino que buscan el desarrollo de cada uno sin perjudicar al otro", consideró Mendes Rosa.
Concluyó en tal sentido que la "asociación estratégica" entre Brasil y China tiene bases sólidas para mantenerse y ampliarse en el largo plazo, consolidándose como uno de los ejes más importantes del comercio y la cooperación Sur-Sur en los próximos años.
