Especial Fin de Año: Descifrando las fuentes de la resiliencia económica de China en 2025 | Spanish.xinhuanet.com

Especial Fin de Año: Descifrando las fuentes de la resiliencia económica de China en 2025

spanish.news.cn| 2025-12-29 16:44:00|
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BEIJING, 29 dic (Xinhua) -- El año 2025 ha sido inusual para la economía mundial. Mientras gran parte del mundo tuvo que esforzarse por recuperar el impulso, China siguió adelante, dejando de lado las dudas y absorbiendo los obstáculos globales.

Con el respaldo de sus fortalezas institucionales distintivas y sus ventajas intrínsecas, que incluyen un vasto mercado, una base industrial integral y una amplia cantidad de mano de obra y talento, el país se ha convertido en un "oasis de certidumbre" en medio de un turbulento panorama internacional.

PODERÍO DEL IMPULSO INTERNO

Recientemente, numerosas instituciones internacionales, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Asiático de Desarrollo y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), revisaron sus previsiones de crecimiento para China en el año que está concluyendo, y les otorgaron una valoración ascendente.

Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, afirmó que, a pesar de los considerables sobresaltos, la economía china ha demostrado una resiliencia notable.

Con un crecimiento del PIB del 5,2 por ciento en los tres primeros trimestres, el país parece mantener su objetivo anual, fijado en alrededor del 5 por ciento.

Alcanzar este resultado no fue fácil. En 2025, la segunda mayor economía del mundo enfrentó presiones externas excepcionales, mientras que las tensiones comerciales supusieron lastres considerables para el crecimiento. Al mismo tiempo, el desequilibrio entre una oferta sólida y una demanda interna insuficiente sigue siendo pronunciado.

A diferencia de varias potencias manufactureras que responden a la disminución de las necesidades internas con una expansión agresiva de las exportaciones, China se centró en "gestionar sus propios asuntos", priorizando en su agenda la expansión de la demanda interna para sortear los vientos en contra.

El mercado del país ofrece una base sólida. Con más de 1.400 millones de personas, casi 190 millones de entidades comerciales y una creciente población de ingresos medios, China posee un mercado de consumo sin parangón en cuanto a profundidad y diversidad.

Un mercado de tan enorme magnitud brinda a las empresas un amplio margen de crecimiento, incluso en medio de tensiones comerciales, lo que actúa como un estabilizador del crecimiento general, analizó Zhang Zhanbin, investigador de la Escuela del Partido del Comité Central del Partido Comunista de China.

Los nuevos patrones de consumo también están generando una nueva demanda. La Superliga de Jiangsu, una competición de fútbol aficionado, ha atraído a millones de espectadores, convirtiendo los partidos locales en un espectáculo nacional. Por su parte, los juguetes de diseño, como Labubu, se han vuelto virales tanto a nivel nacional como internacional, lo que pone de manifiesto el entusiasmo de los consumidores por los productos culturales emergentes.

Zhang Tianbing, director del sector de productos de consumo y ventas minoristas de Deloitte Asia Pacífico, destacó el aumento registrado en el gasto en servicios, lo cual se da a medida que la estructura del consumo continúa evolucionando. Los chinos, comentó Zhang, se están alejando cada vez más del consumo ostentoso y de las compras puramente económicas, y conceden preferencia a opciones que otorgan valor emocional, mayor rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo.

Los responsables de la elaboración de políticas han reforzado este impulso con una serie de medidas orientadas a promover el consumo, entre las que se incluyen un mecanismo de refinanciamiento de 500.000 millones de yuanes (unos 71.070 millones de dólares), destinado a impulsar el sector de servicios y el cuidado de personas mayores, junto con una iniciativa nacional de fomento, financiada con bonos especiales del Tesoro a ultralargo plazo, para programas de recambio de bienes de consumo.

De acuerdo con datos oficiales, durante los primeros once meses de 2025 las ventas minoristas de dichos bienes se expandieron un 4 por ciento interanual. El consumo de servicios creció a un ritmo más rápido, y categorías minoristas de este sector, como la cultura y el deporte, al igual que las telecomunicaciones y la información, reportaron crecimientos de dos dígitos en sus ventas a lo largo del período.

"El crecimiento de China en los próximos años dependerá en mayor medida de la demanda interna", sostuvo Mara Warwick, directora de la División del Banco Mundial para China, Mongolia y la República de Corea.

EL REPUNTE DE LAS FRONTERAS DE LA INNOVACIÓN

A principios de 2025, una advertencia conocida circulaba entre los economistas: China, argumentaban, se encaminaba hacia su propia versión de las "décadas perdidas" de Japón. Cuando un país se encuentra ante un entorno político cada vez más impredecible y a esto se suma la relocalización de algunas cadenas de suministro, esto puede amenazar los cimientos de un modelo manufacturero como el chino.

Al finalizar el año, esa narrativa se ha revertido. China no solo consolidó su posición como el centro manufacturero más importante del mundo, sino que ahora es más dinámico y, en algunos aspectos, más indispensable que antes.

Los analistas atribuyen en gran parte esta resiliencia a una estrategia a largo plazo centrada en la innovación tecnológica. En los últimos años, el país ha acelerado su autosuficiencia en ciencia y tecnología y ha posicionado la innovación como un nuevo motor de crecimiento.

Los avances en chips y sistemas operativos de alto rendimiento de desarrollo nacional han reducido la dependencia de los proveedores extranjeros, mientras que las industrias tradicionales se están modernizando con tecnologías digitales para potenciar la productividad. La inteligencia artificial (IA) ha pasado de los laboratorios a funcionar como una columna vertebral industrial que optimiza todo, desde la logística portuaria hasta el servicio al cliente en tiempo real.

Actualmente, China cuenta con más de 500.000 empresas de alta tecnología, se ha situado por primera vez entre los diez primeros lugares del Índice Global de Innovación, y posee el 60 por ciento de las patentes mundiales de IA. En sectores pioneros, como esta tecnología, los macrodatos y los vehículos eléctricos, se ha posicionado como un líder mundial indiscutible.

Estos avances se basan en una inversión continuada. En 2024, el gasto chino en investigación y desarrollo (I+D) representó el 2,69 por ciento de su producción económica, cifra superior a la de la Unión Europea. Se introdujeron las directrices de la iniciativa IA Plus con el fin de acelerar la integración de la IA y, simultáneamente, se ha dispuesto un fondo nacional de orientación para el capital de riesgo que canaliza el capital hacia industrias estratégicas y emergentes.

El talento es otro pilar. El país alberga casi 20 millones de científicos e ingenieros y, cada año, más de cinco millones de estudiantes se gradúan en universidades chinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, un número que se encuentra a la vanguardia en el mundo. Igualmente, se introdujo una nueva visa K para atraer a jóvenes profesionales foráneos de campos científicos y tecnológicos, en momentos en que muchas otras economías están endureciendo sus políticas de inmigración.

La ola de innovación ha renovado el interés de los inversores extranjeros. Según el Banco Mundial, aproximadamente un tercio de la nueva inversión extranjera directa en China se ha dirigido a sectores de alta tecnología. El ETF KraneShares China Overseas Internet, el mayor ETF (Exchange Traded Fund o fondo cotizado en bolsa) de acciones chinas en términos de activos bajo gestión, que cotiza en Estados Unidos, ha acumulado 2.300 millones de dólares desde el comienzo de este año y se espera que registre el mejor rendimiento anual desde 2021.

Para las multinacionales, la presencia en China ya no se limita al acceso al mercado, sino a aprovechar la innovación del país como una forma de fortalecer su competitividad global. Porsche, el fabricante de automóviles deportivos de lujo propiedad del Grupo Volkswagen, estableció en Shanghai su primer centro de I+D por fuera de Alemania. El gigante farmacéutico AstraZeneca anunció este año la creación de un centro de I+D en Beijing, con una inversión de 2.500 millones de dólares.

Xu Yang, presidente de Danfoss China, señaló que los avances chinos en áreas como centros de datos, construcción naval y modernización de edificios han traído nuevos motores de crecimiento para los negocios de la compañía. Al describir a China como su "segundo mercado doméstico", aseguró que el compromiso a largo plazo de Danfoss y su confianza con el país siguen siendo firmes. 

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