LA HABANA, 24 dic (Xinhua) -- La política de bloqueo de Estados Unidos contra Cuba continuó intensificándose en 2025, incrementando su impacto en la economía de la isla en un 49 por ciento, según informes de la cancillería cubana.
El informe presentado en octubre pasado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas señala que, entre el 1 de marzo de 2024 y el 28 de febrero de 2025, las pérdidas se estimaron en 7.556 millones de dólares.
A precios corrientes, los daños acumulados ascienden a más de 170.677 millones de dólares.
Al considerar el valor del oro en el mercado internacional (para evitar las fluctuaciones del dólar), los perjuicios acumulados superan los 2 billones 103.897 millones de dólares.
"Se trata de una cifra extraordinaria para cualquier economía, y aún más para una insular y en desarrollo como la cubana", ha dicho el canciller Bruno Rodríguez.
Durante el año, las autoridades cubanas denunciaron la persistencia de una agresión económica incesante, agravada por la injustificada inclusión del país en la lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo, una medida que se traduce en "constantes sabotajes" a las transacciones comerciales y financieras con prácticamente cualquier mercado del mundo.
Según señalaron, las acciones directas e indirectas promovidas por el Gobierno de Estados Unidos buscan interferir en el desempeño macroeconómico interno, estimular la inflación y reducir de manera significativa el poder adquisitivo de la población.
De igual forma se ha intensificado la agresión comunicacional contra Cuba, mediante la difusión de noticias falsas destinadas a sembrar desesperanza y desencanto social, erosionar la confianza en el liderazgo de la Revolución y atacar la fibra emocional de la nación.
De manera paralela, se insiste en dañar los vínculos con otros gobiernos, recurriendo a "métodos inmorales" en el ataque persistente y difamatorio contra la cooperación médica internacional que caracteriza la solidaridad de Cuba.
Guerra económica con precisión quirúrgica
Asdrúval De la Vega, funcionario de la Dirección General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, explicó a un medio local que la política de máxima agresión de Washington hacia Cuba se ha intensificado de forma sin precedentes desde 2019, con un enfoque sistemático hacia la asfixia de los principales sectores económicos del país.
De la Vega señaló que esta estrategia se sustenta en dos pilares: la agresión económica y la guerra comunicacional.
"Estamos hablando de una guerra económica con precisión quirúrgica, diseñada para atacar los renglones vitales de nuestra economía", afirmó al subrayar que el objetivo declarado es "deprimir el nivel de vida de la población cubana".
Entre los sectores más afectados, el especialista mencionó el suministro de combustible, el turismo y la cooperación médica internacional.
Denunció que Washington ha presionado a gobiernos de países en desarrollo para cancelar convenios con brigadas médicas cubanas, incluso mediante amenazas personales.
"Un ministro de Salud debe decidir entre mantener la cooperación con Cuba o arriesgar el futuro académico de su hijo en Estados Unidos", ejemplificó.
El funcionario calificó de "falacia" la narrativa estadounidense que presenta el bloqueo como un asunto bilateral.
"El carácter extraterritorial del bloqueo afecta a terceros países y viola principios del derecho internacional", aseveró al citar sanciones impuestas a bancos extranjeros por operar con Cuba.
De la Vega criticó la normativa que impide a Cuba adquirir productos con más del 10 por ciento de contenido estadounidense, lo que afecta el acceso a tecnologías, conocimientos y bienes esenciales.
"Es una de las reglas más absurdas y dañinas del bloqueo", sostuvo.
En este sentido, recordó que "la termoeléctrica de Cienfuegos (centro sur) no pudo recibir un equipo esencial por contener más del 10 por ciento de componentes estadounidenses".
Entre marzo de 2024 y febrero de 2025, al menos 40 bancos cesaron sus operaciones con Cuba.
"El impacto indirecto es aún mayor, porque muchas instituciones ni siquiera consideran iniciar relaciones comerciales con nosotros", alertó el especialista.
También denunció la utilización contra Cuba del programa de visas ESTA, que permite a ciudadanos de más de 40 países ingresar a Estados Unidos de forma expedita, pero que desde 2022, deja fuera del sistema a quienes visitan la isla, lo que desalienta el turismo y afecta incluso a ciudadanos cubanos naturalizados en otros países.
Además de la agresión económica, De la Vega denunció una guerra comunicacional financiada con fondos federales del Congreso estadounidense.
"Se pagan plataformas para distorsionar la realidad cubana y presentar al país como un Estado fallido", indicó.
Según el funcionario, el financiamiento de estas campañas supera los 40 millones de dólares anuales.
Observaciones de la ONU
En su reciente visita a Cuba, la relatora especial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Alena Douhan, afirmó que las medidas unilaterales impuestas por Estados Unidos carecen de legitimidad y vulneran los derechos humanos de la población.
Al presentar las conclusiones preliminares de sus indagaciones, Douhan señaló que estas acciones coercitivas afectan todas las esferas de la vida nacional y perjudican directamente a los habitantes, en particular a los grupos más vulnerables.
Subrayó que las medidas resultan especialmente dañinas en el contexto de la crisis internacional, los impactos de fenómenos climáticos y las dificultades económicas internas que enfrenta el país.
Destacó asimismo que sus efectos se agravan por la inclusión, políticamente motivada, de Cuba en la lista del Departamento de Estado de Estados Unidos de países que supuestamente patrocinan el terrorismo.
A pesar de estas condiciones adversas y de un año marcado por grandes desafíos, la autoridad, el prestigio y la trayectoria solidaria del país se hicieron evidentes.
En medio de una intensa campaña de presiones político-diplomáticas por parte del Gobierno de Estados Unidos, la resolución que Cuba presenta cada año ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para exigir el fin del bloqueo recibió, una vez más, el respaldo abrumador de la comunidad internacional.
La resolución contra el bloqueo fue aprobada por la inmensa mayoría de la Asamblea General, con 165 votos a favor, 12 abstenciones y siete en contra.
