WASHINGTON, 24 dic (Xinhua) -- Funcionarios de Estados Unidos emitieron el martes restricciones de visado contra cinco personas de la Unión Europea y de Reino Unido, bajo la acusación de que están implicadas en la censura de contenido en redes sociales estadounidenses, según un comunicado difundido por el Departamento de Estado estadounidense.
Las restricciones de visado llegan tras la Estrategia de Seguridad Nacional de la Administración, publicada a principios de este mes, en la que se acusó a líderes europeos de restringir la libertad de expresión.
Diplomáticos estadounidenses han mostrado oposición a la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea, una normativa emblemática destinada a abordar el discurso de odio, la información errónea y la desinformación. Washington ha argumentado que la legislación limita la libre expresión e impone mayores cargas de cumplimiento a las empresas tecnológicas estadounidenses.
"El Departamento de Estado está tomando medidas decisivas contra cinco personas que han liderado esfuerzos organizados para coaccionar a plataformas estadounidenses a censurar, desmonetizar y suprimir puntos de vista estadounidenses a los que se oponen", afirmó el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en el comunicado, sin mencionar nombres específicos.
Posteriormente, la subsecretaria de Diplomacia Pública, Sarah Rogers, reveló en X los cinco nombres, entre ellos el excomisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, a quien calificó como "el cerebro de la Ley de Servicios Digitales".
Las restricciones de visado también se aplican a Imran Ahmed, ciudadano británico y director ejecutivo del Centro para Contrarrestar el Odio Digital, con sede en Estados Unidos; a Anna-Lena von Hodenberg y Josephine Ballon, de la organización alemana sin ánimo de lucro HateAid; y a Clare Melford, cofundadora de Global Disinformation Index, según Rogers.
Hodenberg y Ballon señalaron en un comunicado que las prohibiciones de visado tenían como objetivo obstaculizar la aplicación de la legislación europea a las empresas estadounidenses que operan en Europa, y añadieron que no se dejarían intimidar por lo que describieron como el uso de acusaciones de "censura", mientras que un portavoz del Global Disinformation Index calificó la medida estadounidense de inmoral e ilegal, describiéndola como un acto autoritario que socava la libertad de expresión y equivale a censura gubernamental, según informan medios de comunicación.








