BEIJING, 24 dic (Xinhua) -- El Ministerio de Relaciones Exteriores chino siguió criticando hoy miércoles las declaraciones ampliamente criticadas de un alto funcionario japonés que afirmó que "Japón debería tener armas nucleares", señalando que no se trata en absoluto de un incidente aislado.
Esas declaraciones del funcionario --supuestamente cercano a la primera ministra Sanae Takaichi-- se produjeron inmediatamente después de las declaraciones erróneas de Takaichi sobre Taiwan, lo que revela la propuesta errónea y la ambición de mucho tiempo de Takaichi y las fuerzas de derecha japonesas de seguir remilitarizando Japón, indicó Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino.
En los años recientes, Japón ha eliminado la prohibición de ejercer el derecho a la autodefensa colectiva, ha desarrollado armas ofensivas de alcance intermedio, ha aumentado el despliegue militar, ha reestructurado los sistemas de comando y ha ampliado el área y el alcance de las actividades de las Fuerzas de Autodefensa, dijo Lin.
Esto se suma a una grave violación de las disposiciones de los instrumentos con efecto jurídico bajo el derecho internacional, incluidas la Declaración de El Cairo y la Proclamación de Potsdam, así como de la propia Constitución de Japón, aseveró.
Apenas dos meses después de asumir el cargo, la primera ministra Takaichi ha acelerado el aumento del gasto militar, ha alcanzado el objetivo de gasto en defensa del dos por ciento del producto interno bruto (PIB) dos años antes de lo previsto, ha relajado aún más las restricciones a la exportación de armas, ha impulsado la revisión de los tres documentos sobre seguridad y defensa, incluida la Estrategia de Seguridad Nacional, ha debatido la revisión de los tres principios antinucleares y ha insinuado la introducción de submarinos de propulsión nuclear.
Lin señaló que los comentarios sobre las armas nucleares representan otro intento más por parte de Japón de poner a prueba deliberadamente los límites de la comunidad internacional, lo que envía una señal extremadamente peligrosa.
Estas medidas desafían el orden internacional de posguerra, amenazan la paz y la estabilidad regionales y no benefician a los intereses del pueblo japonés, mencionó.
China y todos los demás países amantes de la paz responderán conjuntamente a estos acontecimientos y evitarán con firmeza el resurgimiento del militarismo japonés, agregó.
