LA PAZ, 18 dic (Xinhua) -- El Gobierno de Bolivia descartó este jueves dar marcha atrás a la eliminación de la subvención a los combustibles y aseguró que las medidas económicas adoptadas mediante el Decreto Supremo 5503 "no son negociables", en medio de una creciente escalada de protestas sociales y presiones políticas para revertir el ajuste.
El ministro de la Presidencia, José Luis Lupo, defendió la decisión del Ejecutivo y afirmó que el país debe asumir el paquete de medidas "con responsabilidad" para superar la crisis económica.
"No hay posibilidad de ninguna de esas alternativas", expresó Lupo, al insistir que las medidas "no son negociables".
Las afirmaciones se producen en un contexto de alta tensión social. Sectores del transporte de La Paz, en el oeste del país, y de Santa Cruz, en el este, anunciaron un paro de 24 horas para este viernes.
A ello se suma la declaración de estado de emergencia de la Central Obrera Boliviana (COB), así como de maestros del área fiscal y del sector minero, que advirtieron sobre posibles movilizaciones tras la publicación de la nueva lista de precios de los carburantes establecida en el decreto.
Para Lupo, la eliminación del subsidio constituye "lo mejor que se puede hacer" frente a una economía que, según dijo, se encontraba al borde del colapso.
Aseguró que la situación social se estabilizará a medida que las medidas comiencen a surtir efecto y llamó a la población a asumir el ajuste como un paso inevitable.
"Existe un gasto público excesivo que solo beneficia a unos cuantos que hacen contrabando. Por eso hemos tomado estas medidas de manera responsable, hablándole con la verdad al país y sincerando nuestra economía", sostuvo.
Lupo agregó que el Decreto Supremo 5503 incluye medidas de alivio para amortiguar el impacto en algunos sectores, como la reducción de aranceles a repuestos, llantas y baterías, especialmente orientadas al sector del transporte.











