BANGKOK/PHNOM PENH, 13 dic (Xinhua) -- El primer ministro interino de Tailandia, Anutin Charnvirakul, y el primer ministro de Camboya, Hun Manet, informaron que mantuvieron conversaciones telefónicas por separado con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el viernes, en relación con el conflicto fronterizo entre ambos países.
El mismo día, Trump publicó en redes sociales que los dos líderes habían acordado un alto el fuego con efecto desde la noche del viernes.
Anutin dijo a la prensa el viernes por la noche en la Casa de Gobierno que, al informar a Trump sobre la situación fronteriza durante la llamada, señaló que Camboya fue la primera en violar la declaración conjunta de paz al no retirar sus tropas conforme a lo acordado, lo que provocó víctimas y daños materiales del lado tailandés.
Indicó que Tailandia lanzó en consecuencia contramedidas para salvaguardar la vida y los bienes de su población, y subrayó que, para alcanzar un nuevo alto el fuego, Camboya debe retirar primero sus fuerzas y despejar las minas terrestres a lo largo de la frontera.
De su lado, Hun Manet afirmó que sostuvo una conversación telefónica con el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, el jueves, y otra con Trump el viernes.
"Camboya siempre ha defendido la resolución pacífica de las disputas, de conformidad con la Declaración Conjunta de Kuala Lumpur", dijo.
El mandatario camboyano sugirió a ambos líderes que los Ejércitos o las agencias de Estados Unidos y Malasia utilicen sus capacidades de recopilación de información, como imágenes satelitales registradas durante ese período y en las 24 horas posteriores, para verificar qué parte abrió fuego primero.
Trump afirmó el viernes en redes sociales que Tailandia y Camboya acordaron volver al acuerdo de paz original que él facilitó a principios de este año con la ayuda del primer ministro malasio.
Tras enfrentamientos armados a finales de julio, el conflicto fronterizo entre Tailandia y Camboya se reavivó el domingo por la tarde. Ambas partes se acusaron mutuamente de iniciar los ataques y confirmaron víctimas. Al menos 10 civiles camboyanos y 11 soldados tailandeses murieron, y cientos de miles de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares.
Los enfrentamientos armados entre fuerzas camboyanas y tailandesas estallaron el 24 de julio a lo largo de la frontera común, causando cientos de víctimas, mientras ambas partes se acusaban de violar el derecho internacional.
El 7 de agosto se alcanzó un consenso sobre los detalles de un alto el fuego, con la firma de un acuerdo durante una reunión extraordinaria del Comité General de Fronteras celebrada en Kuala Lumpur, Malasia.
Posteriormente, el 26 de octubre, ambos líderes firmaron una declaración conjunta sobre la paz al margen de la 47ª Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), celebrada en la capital de Malasia.
