Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 5 dic (Xinhua) -- El Sur Global ha alcanzado un punto de inflexión histórico, caracterizado por una articulación política más cohesionada y un cuestionamiento frontal al orden mundial dominado por Occidente, afirma en entrevista con Xinhua el excanciller boliviano Fernando Huanacuni.
El exdiplomático sostiene que la región avanza hacia "un nuevo equilibrio internacional" en el que Asia, América Latina y África buscan reescribir las reglas del sistema multilateral.
Huanacuni, ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia entre 2017 y 2018, asegura que 2025 marca un cambio estructural, no porque exista un consenso total entre los países en desarrollo, sino porque "la coordinación es hoy más consistente, más estratégica y más consciente de sus intereses compartidos".
Los gobiernos del Sur, argumenta, han aprendido que su peso económico, que crece de forma sostenida, debe traducirse en una mayor capacidad de incidencia sobre la gobernanza global.
El experto en relaciones internacionales considera que iniciativas como la Franja y la Ruta, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, el fortalecimiento del G77+China y la creación de nuevos mecanismos de integración energética y comercial entre países emergentes han configurado un "mapa político distinto al de hace apenas una década".
Para Huanacuni, este reordenamiento abre espacios de maniobra inéditos para economías históricamente subordinadas.
Consultado sobre el concepto que define al Sur Global en este momento, Huanacuni dice sin dudar que la palabra fundamental es "solidaridad".
Afirma que este principio, más que un gesto retórico, expresa una práctica diplomática basada en el intercambio horizontal, la complementariedad productiva, la cooperación técnica y la defensa de la soberanía.
"La solidaridad está en el centro de los nuevos modelos de interacción. No se trata de asistencialismo ni de dependencia, sino de políticas que permiten compartir recursos, conocimientos y experiencias con beneficios mutuos", agrega.
El excanciller sostiene que esta orientación es especialmente visible en áreas como lucha contra la pobreza, conectividad tecnológica, salud pública, seguridad alimentaria y transición energética.
"Son ámbitos donde el Sur Global entiende que solo puede avanzar si actúa conjuntamente", añade.
En cuanto a la Iniciativa para la Gobernanza Global propuesta por China, Huanacuni opina que representa "una señal de época" y constituye un intento explícito de "democratizar la arquitectura multilateral" frente al unilateralismo y el proteccionismo crecientes.
El diplomático argumenta que muchos países del Sur han optado por reforzar sus alianzas con China para avanzar en políticas de infraestructura, educación, ciencia, seguridad y desarrollo industrial.
Esta estrategia, según él, no responde a un alineamiento ideológico, sino a un cálculo pragmático. "China ofrece cooperación no condicionada, mercados amplios y tecnología".
Huanacuni destaca que la relación China-América Latina, en particular bajo el paraguas de la Franja y la Ruta y del Foro China-CELAC, ha permitido acelerar obras de conectividad, impulsar inversiones en energía e infraestructura y ampliar el comercio.
"No es un vínculo extractivo. Es un modelo de beneficio mutuo que fortalece el mercado interno y abre puertas para que la región participe en cadenas globales de valor en mejores condiciones", afirma.
El exjefe de la diplomacia boliviana también analiza la creciente presencia militar de Estados Unidos en el Caribe y la persistencia de sanciones contra países de la región. A su juicio, estos hechos reactivan patrones históricos de intervención, pero también han generado una respuesta más sólida desde los organismos regionales.
Huanacuni recuerda que América Latina ha defendido en el último año, desde la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), el G77+China y otras plataformas, la necesidad de resolver las diferencias por vías pacíficas, rechazar sanciones unilaterales y mantener la región como "territorio de paz".
"La Doctrina Monroe sigue presente, pero también existe una resistencia firme desde los pueblos, los movimientos sociales y varios gobiernos que entienden que sin soberanía no hay desarrollo", enfatiza.
Afirma que uno de los avances más visibles de 2025 es la firmeza con que el Sur Global demanda reformas profundas al sistema multilateral.
Ejemplo de ello es la redistribución del poder de voto en el Fondo Monetario Internacional (FMI), cambios en la gobernanza del Banco Mundial, la ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU y la creación de nuevos mecanismos financieros no condicionados.
"Hoy el Sur Global no solo reclama, sino que propone", sostiene. "Hay un esfuerzo por pensar en un sistema más equilibrado, multipolar y representativo. Ya no se acepta que la gobernanza global esté monopolizada por un pequeño grupo de potencias", afirma.
De acuerdo con el excanciller, estos procesos no constituyen aún un "punto crítico" definitivo, pero sí un quiebre simbólico profundo. "Estamos en un umbral histórico. El Sur Global se reconoce a sí mismo como actor geopolítico, ya no como un conjunto disperso de economías periféricas", resume.
En su lectura, la pregunta central ya no es si el equilibrio de poder mundial cambiará, sino cuán rápido ocurrirá y qué instituciones surgirán para sostenerlo. "El Sur Global está dejando de ser objeto de la historia para convertirse en protagonista. Ese es el verdadero punto de inflexión", dice Huanacuni.








