SAO PAULO, 15 nov (Xinhua) -- China y Brasil avanzan de manera convergente en la agenda climática global, sobre todo en la transición energética y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la lucha contra la pobreza, aseguró en entrevista con Xinhua el climatólogo brasileño Francisco Mendonça.
En el marco de la 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático que se desarrolla hasta el próximo viernes en Belém, estado brasileño de Pará (norte), Mendonça evaluó el rumbo de China frente a la transición energética y los desafíos que generan cumplir las metas acordadas en forma multilateral.
Profesor sénior de la Universidad Federal de Paraná y de la Universidad Federal de Santa Catarina y expresidente de la Asociación Internacional del Clima (AIC), Mendonça destacó el papel del multilateralismo y la cooperación entre ambos países para enfrentar un desafío que "compromete la vida en el planeta".
En ese sentido amplió con que las acciones de China en materia de reducción de emisiones y transición energética representan un aporte decisivo para el equilibrio climático.
"Veo con gran aprecio que el Gobierno de China desarrolla acciones políticas para enfrentar la mudanza climática, cambiando patrones de consumo de energía, ampliando el uso de energías nuevas y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles, un compromiso asumido para el periodo 2035-2050", señaló.
En su evaluación, Brasil y China "están demostrando que es posible combinar desarrollo económico, innovación tecnológica y protección ambiental" en un momento en que la cooperación bilateral es clave para acelerar la respuesta global.
El especialista destacó que la conferencia de Belém, realizada en la Amazonia, ofrece un escenario simbólico e histórico.
Recordó que la COP30 constituye una oportunidad para revisar el cumplimiento de los acuerdos adoptados en la COP21 de París (2015) y corregir retrasos.
"Espero ver un mayor compromiso de las naciones para promover equidad, justicia y una interacción con la naturaleza basada en el respeto ecológico", afirmó.
Mendonça insistió en que la agenda climática debe estar estrechamente vinculada a la justicia social. "La expectativa es que China y otros países inviertan masivamente en la reducción de la miseria y la pobreza. Hoy más del 50 por ciento de la humanidad vive en pobreza, y eso es inadmisible", expresó.
A su juicio, la mitigación climática y la reducción de desigualdades deben ser abordadas de forma conjunta para "construir un mundo solidario y armónico".
Mendonça aseguró que en este escenario de calentamiento global ningún país por sí solo puede resolver los impactos.
"Un país solo no resuelve los problemas de la injusticia climática. Es preciso que las naciones se den la mano y trabajen conjuntamente", dijo al destacar que Brasil y China "actúan de forma articulada" en foros multilaterales con ese propósito.
Al analizar los espacios de cooperación, Mendonça explicó que el trabajo conjunto debe abarcar tanto la transición energética como la restauración ambiental.
Defendió actuar "sustituyendo energías fósiles por energías renovables en el proceso productivo y en la vida cotidiana, restaurando y preservando bosques en China y en Brasil".
También agregó en esta agenda a los países de América Latina en general como impulsores de estas iniciativas en mecanismos más amplios de cooperación, reforzando la convergencia entre regiones del Sur Global.
En materia financiera, el climatólogo brasileño sostuvo que "es fundamental apostar en el financiamiento verde", especialmente por parte de aquellas economías "capaces de producir más recursos financieros e invertir en recuperación ambiental, transición energética, equidad de vida y combate al hambre y la pobreza".









