SAO PAULO, 5 nov (Xinhua) -- La empresa brasileña Orizon Valorização de Resíduos lleva adelante un proyecto pionero en América Latina sobre unidades de conversión de residuos en energía y sostenibilidad ambiental para mejorar la vida en las ciudades, gracias a la facilidad que brinda la tecnología china.
El proyecto que se realiza en cooperación con SEPCO1 Construções do Brasil, subsidiaria de la firma PowerChina, comprende la actual construcción de la Planta de Conversión de Residuos en Energía de Barueri, que ocupará una superficie de unos 37.000 metros cuadrados a las afueras de la ciudad de Barueri, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Sao Paulo (sureste), la mayor urbe de Sudamérica.
"Esta ciudad rebosa vitalidad económica e innovación tecnológica, pero las cuestiones medioambientales siguen siendo nuestra principal preocupación", dijo Ivan Vanderley Silva, secretario adjunto de la Secretaría de Medio Ambiente de Barueri, en entrevista con Xinhua.
El funcionario sostuvo que la iniciativa es clave para la cuestión ambiental de la ciudad que desde hace años enfrenta desafíos en la gestión de residuos urbanos, que actualmente deben ser transportados a otras localidades por falta de capacidad de tratamiento.
Subrayó que la planta, que entrará en funcionamiento en 2027, ayudará a que se logre alcanzar la autosuficiencia en la gestión de residuos en la metrópoli, que cuenta con una intensa actividad económica y alberga sedes de numerosas multinacionales y desarrollos inmobiliarios, incluyendo uno de los distritos más exclusivos de Brasil, Alphaville.
"Este proyecto vino justamente para hacer de Barueri una ciudad autosuficiente en tecnología y en la gestión de residuos sólidos. Además, tiene la gran ventaja de generar energía limpia en cantidad suficiente para abastecer toda la ciudad", destacó.
El complejo podrá procesar 870 toneladas de residuos sólidos al día, con una capacidad instalada de 19,1 megavatios, suficiente para generar electricidad limpia para unos 320.000 residentes, además de atender la demanda de tratamiento de desechos de más de 740.000 personas.
El secretario consideró que el modelo puede replicarse en otras ciudades brasileñas y remarcó el papel de la cooperación energética entre ambos países a través de la primera instalación de este tipo en América Latina.
"Brasil tiene un enorme potencial y China ha mostrado interés en traer su tecnología desarrollada y adaptarla a nuestra realidad. Es una buena asociación con gran futuro", sostuvo.
En coincidencia, Rodrigo Bombonatto Assumpção, superintendente de Ingeniería y Energía de Orizon, coincidió en que la experiencia china será decisiva para el éxito de la iniciativa.
"Hemos sido testigos de primera mano de las extraordinarias capacidades de China en fabricación, calidad de ingeniería y normas operativas, precisamente el modelo de construcción que aspiramos a replicar en Brasil", afirmó.
Según el superintendente, el modelo chino ofrece una solución viable para los desafíos brasileños en materia de residuos y es un modelo de conversión de residuos en energía con gran potencial de aplicación nacional.
En tanto, Wang Tonglei, ingeniero jefe adjunto de la División de Ultramar y director de proyectos de SEPCO1, sostuvo que el proyecto de Barueri combina las tecnologías ecológicas avanzadas del país asiático con las necesidades prácticas de Brasil.
"Es una solución beneficiosa para todos, tanto en la gobernanza ambiental local como en el suministro de energía limpia", concluyó.








