Por José Aguiar y Meng Yifei
LIMA, 2 nov (Xinhua) -- La comunidad internacional observa con gran expectativa la presidencia de China en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, siglas en inglés) durante el año 2026, al considerar que podrá impulsar, desde el bloque, una región más dinámica, interconectada y resiliente, coincidieron expertos peruanos.
María Osterloh y Jhon Valdiglesias, investigadores del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Unmsm), compartieron con Xinhua su análisis sobre el papel de China como motor del crecimiento regional, integrador de cadenas de valor y actor clave en la construcción de una comunidad Asia-Pacífico orientada al desarrollo sostenible.
Osterloh indicó que el papel de China como anfitrión del APEC 2026 consolidará su liderazgo en la gobernanza económica regional, considerando que en sus experiencias previas de 2001 y 2014 el país demostró capacidad para promover un sistema de comercio abierto y basado en reglas, contrarrestando el avance del proteccionismo y las tendencias de desacoplamiento económico.
Resaltó que la experiencia acumulada en la iniciativa de la Franja y la Ruta puede posicionar a China como catalizador de la conectividad regional y de la resiliencia de las cadenas de suministro, en tanto la aplicación de estándares en logística inteligente, la red 5G y flujos de datos transfronterizos permitirá a las economías participantes fortalecer su competitividad y reducir la vulnerabilidad ante perturbaciones globales.
Osterloh subrayó que el liderazgo chino en innovación tecnológica y digitalización coloca al país asiático en condiciones de guiar la agenda del APEC hacia una economía del futuro, con especial prioridad en la cooperación en inteligencia artificial y desarrollo tecnológico inclusivo.
Agregó que, dada la magnitud económica de China y su papel en las cadenas de suministro en Asia-Pacífico, su participación activa resulta indispensable para el éxito del "año de China" del APEC.
Por su parte, Valdiglesias señaló que la estrategia de desarrollo de China se ha caracterizado por compartir innovación, vinculando la apertura económica con la cooperación de beneficio mutuo, lo cual ha permitido articular relaciones equilibradas con sus socios y fomentar un modelo de crecimiento que prioriza la infraestructura, la tecnología y la sostenibilidad.
El investigador sostuvo que, ante la incertidumbre global y las tensiones geopolíticas, el liderazgo chino, especialmente en marco del APEC, puede servir de ancla para la estabilidad y la cooperación regional.
En ese sentido, subrayó que la experiencia de China en la construcción de infraestructura y en la promoción de la innovación ofrece un ejemplo concreto de cómo generar desarrollo inclusivo y valor agregado en las economías en desarrollo.
Valdiglesias puso como ejemplo que la iniciativa de la Franja y la Ruta ha impulsado la inversión en sectores estratégicos como energía, agricultura y transporte, fortaleciendo la conectividad y la integración productiva entre Asia y América Latina, región que cuenta con amplio potencial para aprovechar estos mecanismos mediante nuevos proyectos de cooperación.
El académico destacó que la infraestructura constituye la base del progreso y la innovación el motor del crecimiento sostenible, y que comprenderlo así permitiría a las economías de Asia-Pacífico reforzar sus vínculos con China.
Osterloh y Valdiglesias coincidieron en que la dirección de China en la próxima Reunión de Líderes Económicos del APEC representa una oportunidad para reforzar la cooperación regional, impulsar la digitalización y consolidar una comunidad Asia-Pacífico más inclusiva y resiliente.
Consideraron que el enfoque chino hacia la innovación, la apertura y la cooperación puede servir como base para una nueva etapa de prosperidad compartida en la región Asia-Pacífico.









