LA PAZ, 19 oct (Xinhua) -- El presidente de Bolivia, Luis Arce, y el vicepresidente, David Choquehuanca, acudieron hoy domingo a emitir sus respectivos votos en la ciudad boliviana de La Paz y coincidieron cada uno por separado en un mensaje de unidad y respeto a los resultados del inédito balotaje presidencial que definirá el rumbo político del país en los próximos años.
Arce fue uno de los primeros electores en sufragar, poco después de la apertura de las mesas de votación, en la unidad educativa Miguel de Cervantes, en el barrio paceño de Miraflores.
Rodeado de periodistas, el mandatario boliviano instó a los ciudadanos a acudir de forma copiosa a las urnas y a respetar "absolutamente" el resultado.
"Llegar a este punto tan importante nos llena de satisfacción. Hemos hecho todo lo posible por cumplir con el compromiso democrático que la población nos encomendó", afirmó Arce, antes de agradecer la labor del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y de los observadores internacionales desplegados en el país.
A pocas cuadras de allí, el vicepresidente Choquehuanca votó en la unidad educativa Hugo Dávila y reforzó el mismo mensaje de serenidad.
"Los futuros gobernantes tienen que gobernar con respeto a los derechos humanos, a la libertad de expresión y a la Madre Tierra. El poder no es para abusar, es para ayudar", declaró.
Pidió a los candidatos presidenciales Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), así como a Jorge "Tuto" Quiroga, de la Alianza Libertad y Democracia (Libre), evitar cualquier intento de deslegitimar el conteo y "gobernar pensando en todo el país, no solo en sus regiones".
Bolivia realiza este domingo el primer balotaje presidencial de su historia reciente, instaurada con la Constitución de 2009, en un contexto de incertidumbre económica y reconfiguración política.
Más de 7,9 millones de ciudadanos están llamados a votar dentro y fuera del país en las 34.026 mesas habilitadas.
La jornada electoral inició de manera oficial a las 07:00 hora local (11:00 GMT) con la confirmación del presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, quien destacó el carácter decisivo del proceso.
"Hoy la ciudadanía ejerce su derecho y define el futuro de Bolivia", subrayó Hassenteufel, al tiempo que garantizó la transparencia del conteo.
El país sudamericano llega a las urnas en medio de una crisis económica, marcada por la falta de divisas, la escasez de combustibles y las presiones inflacionarias, en medio de la ausencia del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), fuerza política dominante en los últimos 20 años.
El próximo presidente de Bolivia deberá asumir su Gobierno el 8 de noviembre venidero, es decir, tres semanas después de la votación de este domingo que definirá el mapa político del país.