BEIJING, 30 jul (Xinhua) -- La reciente narrativa de algunos funcionarios estadounidenses, que afirma que las exportaciones chinas están "inundando" el mercado global y que la economía del país requeriría un "reequilibrio", no es más que un viejo discurso reciclado, utilizado una y otra vez contra China. Estas afirmaciones infundadas ignoran los profundos cambios que experimenta la economía china en su transición hacia un desarrollo de alta calidad.
Aunque el volumen total de exportaciones de China sigue siendo elevado, su peso dentro de la economía nacional ha disminuido de forma constante en los últimos años, y actualmente es menor que el de países como Vietnam, Alemania y la República de Corea. Al mismo tiempo, las importaciones de China han seguido creciendo, superando los 2,64 billones de dólares en 2024, más de diez veces el valor registrado en el año 2000.
En la actualidad, el crecimiento económico de China está cada vez más impulsado por la demanda interna. En 2024, el consumo aportó más del 40 por ciento al crecimiento del PIB, lo que se tradujo en un impulso de 2,2 puntos porcentuales y consolidó su papel como motor principal de la economía china.
El desarrollo del sector manufacturero de China es fruto de sus propios esfuerzos y de una valiosa cooperación internacional. Este avance está guiado por la demanda del mercado y las ventajas comparativas del país.
Cada vez más empresas extranjeras establecen centros de investigación y desarrollo en China, mientras que la industria manufacturera china se orienta hacia sectores de mayor valor añadido. Las exportaciones de vehículos de nueva energía, por ejemplo, han acelerado la transformación de la industria automotriz global. China ya no es solo la "fábrica del mundo", sino también su "laboratorio".
Sobre la base de su posición consolidada en las cadenas de valor globales, China sigue fortaleciendo su capacidad productiva y de innovación, con el objetivo de contribuir a la construcción de un sistema de cadenas de valor más inclusivo, eficiente y beneficioso para todos, que promueva el bienestar de los pueblos del mundo.
Los políticos estadounidenses que insisten en el discurso del "reequilibrio de China" persiguen una agenda de desacoplamiento económico. Pero esa estrategia no tendrá éxito. En una economía globalizada, lo que los países realmente necesitan es cooperación, no una mentalidad de suma cero.