SANTIAGO, 24 jul (Xinhua) -- El reconocido festival de linternas chinas Tianfu representa una experiencia auténtica, atractiva y multisensorial basada en la cultura de China, al reunir arte, historia y tradición del milenario país asiático, en la ciudad de Antofagasta, en el norte de Chile.
"Este tipo de actividades transforma lo lejano en cercano, lo desconocido en fascinante y eso es lo que buscamos: abrir puertas hacia una comprensión más profunda y respetuosa de otras culturas", dijo el jefe de proyecto de Tianfu, Li Ma, sobre los alcances del festival de linternas chinas que se llevará a cabo hasta el 3 de agosto próximo.
Tras un exitoso paso por la capital chilena, la ciudad de Santiago, el espectáculo lumínico procedente de la provincia china de Sichuan se trasladó al desértico norte del país sudamericano con una veintena de brillantes conjuntos inspirados en leyendas, símbolos y animales mitológicos chinos, además de danzas, artes marciales, acrobacia y el aplaudido número del cambio de máscaras.
"Las luces despiertan la imaginación de los más pequeños, mientras que los adultos pueden sumergirse en la profundidad simbólica de cada escultura", afirmó Li.
El jefe de proyecto de Tianfu comentó que los espectáculos en vivo que se presentan tienen una breve introducción histórico-cultural sobre el contenido de cada presentación, "lo que hace más fácil disfrutar cada presentación sin importar la edad o el idioma".
De acuerdo con los organizadores, el objetivo de la propuesta es conectar a las personas con las expresiones tradicionales de la cultura china, a través de un espectáculo compuesto por esculturas luminosas que representan historias de la civilización china, además de puestos para disfrutar platillos preparados por maestros de la cocina asiática y tomarse una foto con trajes típicos.
La idea es que el público no solo sea un espectador, sino que pueda formar parte de la experiencia, ya sea al usar atuendos, aprender los significados de la simbología china o tener una conexión emocional en cada uno de los distintos escenarios para lograr una experiencia completa.
Una de las asistentes al festival, María Ignacia Torres, de 27 años de edad, compartió que la experiencia de Tianfu resultó "mágica e inolvidable".
"Las luces y esculturas gigantes te transportan a un mundo distinto, lleno de colores y simbolismos orientales que no conocía", dijo.
"Me sorprendió la calidad del festival y los espectáculos. Sin duda, aprendí mucho en la visita. Este tipo de actividades son muy valiosas, porque nos permiten conocer otras culturas de forma entretenida", comentó la enfermera de profesión.
Al respecto, Li explicó que la iniciativa nace de la idea de que las personas no solo observen la cultura, "sino que puedan sentirla, vestirla y vivirla desde adentro".
"Es una manera de generar empatía y acercamiento desde lo lúdico y lo visual", comentó Li, para agregar que el propósito es que los integrantes de la familia tengan "la oportunidad" de vestirse con trajes ancestrales.
Añadió que Tianfu "es un viaje a China sin salir del país, donde luces, música, sabores y tradiciones se unen para ofrecer una noche inolvidable".
Un aspecto único del festival es la presencia de puestos de comida china con una variada oferta que incluye "baozi" (panecillos al vapor), preparaciones de té o frutas y "chow mein" (fideos fritos) preparado por auténticos cocineros chinos.
Según Li, la selección gastronómica del festival está basada en presentar de manera fiel la sazón de la cocina tradicional de distintas regiones de China, en especial de Sichuan.
A su juicio, la idea es lograr un "equilibrio" entre lo desconocido y lo familiar para acercar al público chileno a nuevos ingredientes y texturas, "pero sin perder lo auténtico".
"Queremos que cada visitante se sienta transportado a un mercado callejero chino: vibrante, aromático y lleno de sorpresas", comentó.
"La cocina china, al igual que el festival, es multisensorial y llena de simbolismos, por eso cada plato se sirve como parte de un viaje que combina sabor, tradición e historia", explicó el organizador.
Con todo, Tianfu pretende ser un puente real, sólido, sostenido entre China y Chile, a través de experiencias de alta calidad artística para convertirse en un referente del intercambio cultural en América Latina.
La actividad se desarrolla en un entorno desértico y cálido, en el Recinto Ferial y de Actividades Comunitarias de la Asociación de Industriales de Antofagasta, gracias a una alianza de la productora Hanyu y la Universidad del Alba.
Se trata de una de las primeras acciones de la iniciativa Polo de Cooperación Antofagasta-China que busca fortalecer de manera estratégica los lazos e impulsar el desarrollo económico, tecnológico y cultural a través de la cooperación bilateral.
De acuerdo con gestores de diferentes gremios, el Polo de Cooperación Antofagasta-China surge porque la provincia chilena es una región relevante en materia de minería y recursos naturales que tiene un significativo potencial de cooperación con el país asiático.