
BUENOS AIRES, 24 jun (Xinhua) -- La proyección de un crecimiento en torno al cinco por ciento para la economía argentina en 2025 se torna desafiante, ya que los datos del primer trimestre muestran una recuperación incipiente más que una expansión sostenida, tras la fuerte contracción de 2024, según sostienen analistas.
En los primeros tres meses del año, el Producto Interno Bruto (PIB) argentino creció 5,8 por ciento interanual y 0,8 por ciento respecto del trimestre anterior, según datos oficiales. Sin embargo, estos resultados se ubicaron por debajo de las expectativas proyectadas por varias entidades y publicadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
En línea con el pronóstico anual del cinco por ciento hecho por organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), las entidades consultadas por el Banco Central preveían un crecimiento trimestral del 1,5 por ciento. Sin embargo, tras el dato reciente, el país deberá acelerar su ritmo de expansión económica para alcanzar ese objetivo
En diálogo con Xinhua, el economista Alberto Muller, director del Centro de Estudios de la Situación y Perspectiva de la Argentina de la Universidad de Buenos Aires, aseveró que lo observado en el primer trimestre de este año responde a una "recuperación" más que a un crecimiento real, dada la fuerte caída de la actividad reportada en el mismo período de 2024.
"La base de comparación es un período en el que se registró una fuerte caída del cinco por ciento que se debió a la fuerte devaluación producida por el Gobierno en diciembre de 2023, unida a un extremo ajuste fiscal, con una reducción a casi cero de la inversión pública, contracción del consumo público y reducción del gasto social", señaló.
Muller explicó que, en comparación con el mismo período de 2023, el crecimiento real no llega al uno por ciento y se debe principalmente a la recuperación del sector agropecuario. Añadió que, excluyendo al agro, el PIB del primer trimestre sería 1,1 por ciento inferior al del año pasado.
Sobre el incremento del 31,8 por ciento en la inversión, el componente de mayor crecimiento del PIB, Muller señaló que se trata de una variable típicamente pro cíclica y coherente con una etapa de recuperación.
El dato del aumento del PIB fue celebrado desde el Gobierno argentino haciendo especial énfasis en el crecimiento del consumo privado que habría registrado en el primer trimestre un máximo histórico. El ministro de Economía, Luis Caputo, atribuyó este desempeño a un "colapso de la inflación" y a la "recomposición de precios relativos".
Sin embargo, Muller advirtió que ese repunte del consumo privado podría ser transitorio, ligado a la recuperación de ingresos en el cierre de 2024.
Es lógico que, tras una caída abrupta, el ingreso se normalice y genere un crecimiento del consumo. "Pero su sostenibilidad a futuro no está garantizada", remarcó.
De esta forma, pese a la observada recuperación, los indicadores del primer trimestre marcan una situación desafiante para la economía argentina en el segundo período del año.
La consultora ACM, citada por el diario Clarín, destacó que el desempeño del primer trimestre quedó por debajo de las estimaciones del mercado, en parte por la debilidad registrada en marzo, las demoras en el acuerdo con el FMI y las expectativas de un salto cambiario cuando se concretara la salida del cepo (control de cambios), señaló la institución.
Asimismo, Iván Carrino, consultor económico y profesor de la Universidad de Buenos Aires explicó que si se mantiene el crecimiento del 0,8 por ciento trimestral en lo que resta del 2025 "vamos a decir que la economía creció un 3,2 por ciento, un número que no está mal, consolida una recuperación económica del país, pero estaría por debajo de las proyecciones realizadas, por ejemplo, por el FMI".
Para Muller, dada la actual política contractiva aplicada al sector público, la reactivación económica deberá ser impulsada por el sector privado, especialmente a través de la inversión y las exportaciones.
En ese sentido, Muller destacó el fuerte aumento de las exportaciones en el primer trimestre, que quintuplicaron el valor registrado un año atrás. Sin embargo, también señaló el incremento paralelo de las importaciones y un tipo de cambio "apreciado" en Argentina, que podría afectar la competitividad de otros sectores.
"En un futuro un poco más lejano, existen expectativas de que las exportaciones primarias contribuyan a sostener este tipo de cambio apreciado mientras que los sectores industriales expuestos a la competencia externa y los servicios dedicados al turismo serán los principales afectados", concluyó.