Por Carina López y Zhai Shurui
MÉXICO, 16 jun (Xinhua) -- El lobo mexicano, el cóndor de California y el ajolote de Xochimilco son solo algunas de las especies de animales emblemáticas de México que hoy en día están en peligro de extinción, sobre todo por la actividad humana.
Frente a este desafío, el zoológico de Chapultepec, en la Ciudad de México, se ha consolidado como un bastión de esperanza tanto para el país como en América Latina, al poner en marcha exitosos programas de conservación que han permitido reinsertar a su hábitat natural ejemplares de fauna en peligro, lo que marca un hito en la protección "Ex situ".
"Lo más importante ha sido la reproducción de los ejemplares de las especies de lobo mexicano, el cóndor de California y los ajolotes", dijo a Xinhua el subdirector técnico del zoológico mexicano, Javier Ojeda Chávez.
"Tenemos muy buena reproducción de esos individuos y, en el caso del cóndor y del lobo, han sido reintegrados a su hábitat natural", contó el especialista.
Ojeda Chávez explicó que en el caso del lobo mexicano se promueve la reproducción natural, por lo que se hace un monitoreo de detección hormonal a partir del excremento de la hembra para saber qué momento es el más adecuado para el proceso reproductivo y lograr así una monta exitosa, mediante vigilancia constante con cámaras de circuito cerrado.
"Se puede hacer un seguimiento también muy puntual de los cachorros, lo que ha permitido que haya un buen éxito reproductivo en los zoológicos de la Ciudad de México y que estos animales tengan un gran papel en la conservación de la especie en la vida silvestre", indicó el subdirector.
A su vez, en la época reproductiva de los machos, se hace una recolección de semen mediante electro-eyaculación, en que se toma muestra de semen y se hace un diagnóstico reproductivo del ejemplar.
"Hacemos conservación de células germinativas de gametos como espermatozoides u ovocitos que también se mantienen en congelación, en un ambiente muy estéril y muy controlado, para eventualmente poder utilizar esas células en algún momento para inseminación o para hacer algunos otros esfuerzos de conservación", sostuvo el entrevistado.
A los cóndores de California, por su parte, los especialistas del centro de conservación animal les realizan estudios médicos y científicos para determinar su género, ya que estas aves no presentan diferencias visibles en el plumaje, el pico o el tamaño corporal, que permitan distinguir a simple vista si son machos o hembras.
"A través de una muestra de sangre se desarrolló una técnica para determinar el sexo y, entonces, a una edad muy temprana podemos saber si son machos o hembras", detalló el también veterinario.
"Eso también nos ayuda muchísimo a poder tener armado un buen plan de conservación con otros zoológicos y, sobre todo, saber si esos animales van a poder integrarse a un plan reproductivo", dijo el especialista.
El trabajo que se realiza en el zoológico de Chapultepec es una cuestión totalmente circular, pues se aplica conocimiento y cuidados para mantener a las poblaciones sanas en el centro de conservación y también en vida silvestre.
"Afortunadamente, tenemos bastantes tecnologías que estamos aplicando, desde la parte médica en la que necesitamos estar seguros de que los animales están sanos para que puedan prosperar; puedan reproducirse, puedan criar a sus hijos. Es una cuestión totalmente libre de enfermedades", comentó el subdirector.
Para conseguir estos logros notables, biólogos, investigadores, ecólogos y especialistas en conservación se capacitan de forma constante e intercambian conocimientos con especialistas nacionales e internacionales, en busca de mantener a las especies a salvo.
"Entre más conocimiento podemos generar y más información tengamos, con mayor facilidad vamos a poder mantener a nuestros individuos con una mejor calidad de vida", consideró el entrevistado.
Ojeda Chávez se refirió en tal sentido a la importancia de las alianzas y la colaboración con otras instituciones del mundo, tanto académicas como científicas, incluidas las de China, país con el que han tenido múltiples vínculos.
La historia de la cooperación entre China y México en materia de conservación animal tuvo un momento crucial en 1975, cuando el Gobierno chino regaló a México una pareja de pandas gigantes, Pe Pe y Ying Ying, que robaron los corazones de la población mexicana en muy poco tiempo.
Estos ejemplares marcaron el inicio de una relación excepcional con el zoológico de Chapultepec, que se convirtió en el primero fuera de China en lograr una reproducción exitosa de la especie emblemática del país asiático con el nacimiento de la panda Tohui, considerada un símbolo de amistad entre China y México.
Esta colaboración se ha fortalecido con intercambios técnicos y formación de especialistas mexicanos en centros chinos, lo que ha permitido mejorar los cuidados de los pandas.
"En el caso del panda, en algún momento tuvimos la oportunidad de alguna colaboración con China, con la parte del programa reproductivo de los pandas, y se hacían evaluaciones de manera también muy sistemática de las hembras que vivían en el zoológico de Chapultepec", recordó el experto.
En la actualidad, los logros del zoológico de Chapultepec trascienden sus propios muros, pues se ha consolidado como un puente entre la ciencia, la cooperación internacional y la conservación de especies.
El zoológico mexicano alberga unos 1.236 ejemplares de 222 especies entre mamíferos, aves, reptiles y anfibios, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México.
