
SHANGHAI, 14 jun (Xinhua) -- Caminando por el bulevar comercial Nanjing Road, en la municipalidad oriental china de Shanghai, el brasileño Ricardo Geraldini no puede dejar de tomar fotos con su teléfono, cautivado por la vibrante energía y el impresionante paisaje urbano que lo rodea.
"Uno se siente seguro aquí y todo parece funcionar con mucha tecnología", dijo Geraldini, empleado de la sucursal en São Paulo de la empresa china ByteDance, y agregó: "es solo mi segundo día aquí y ya estoy disfrutando mucho de la ciudad".
Apenas dos días antes de su cita para el visado chino, programada en el consulado, Geraldini se enteró de la nueva política de exención de visa entre China y Brasil, una sorpresa que cambió sus planes de viaje al instante. "Hizo todo mucho más fácil", resaltó.
Luego que China amplió dicha política para incluir a los ciudadanos de Brasil, Argentina, Chile, Perú y Uruguay a partir del pasado 1 de junio, está recibiendo un mayor número de viajeros de estos países. Desde visitar lugares emblemáticos hasta buscar los populares juguetes Labubu en las tiendas locales, se han estado apuntando a experiencias imprescindibles.
En lo que va de este año, Ctrip, una de las principales plataformas en línea de viajes de China, reportó un aumento interanual del 168 por ciento en los pedidos de turismo receptivo desde Argentina, mientras que los procedentes tanto de Brasil como de Chile registraron un incremento de más del 80 por ciento.
Para Mateo Serrano, un joven viajero argentino, la nueva política de exención lo animó a tomar por fin el viaje hacia el país asiático que por tanto tiempo había esperado. "Cuando escuché la noticia, la publiqué en mi cuenta de Instagram de inmediato", recordó.
Después de haber estudiado el chino mandarín durante años, Serrano estaba ansioso por practicar el idioma durante su recorrido. "Siempre he querido caminar por las calles de Shanghai y hablar con los locales en chino. Se siente muy bien estar aquí", compartió mientras paseaba por las tiendas de recuerdos cerca del Jardín Yuyuan.
A una corta distancia, el viajero brasileño Fabricio Alves y su colega Kesiane Silva ya habían empezado a explorar un pequeño callejón en Shanghai, apenas cinco horas después de su llegada. Allí, en un puesto callejero, escogían cuentas para hacer pulseras personalizadas.
Mientras tanto, el mexicano Fernando Ordaz, quien estudió en China durante cuatro años y ahora trabaja en la metrópoli oriental, recibía a su familia, por primera vez de visita en el país. "Mis padres y mi hermana menor llegaron la semana pasada. Siempre han querido ver la ciudad donde vivo", comentó emocionado.
El joven de México llevó a sus familiares al Bund, al horizonte de Lujiazui y a los lugares ocultos de comida local que solo los residentes de mucho tiempo conocen. "Tuve que compartir mi Xiaolongbao (empanada de sopa al vapor) favorita con mi familia", contó sonriente. "Verlos disfrutarlas por primera vez hizo que la visita fuera aún más especial", agregó.
Según Qin Jing, vicepresidenta de Ctrip, la política de exención de visas actuará como un poderoso catalizador para profundizar el intercambio cultural y el entendimiento mutuo entre China y estos países latinoamericanos.
"Podemos esperar que el mercado turístico receptivo marque el comienzo de un nuevo patrón dinámico y recíproco en el futuro cercano", opinó Qin.
Geraldini también destacó el desarrollo chino y la atención que ha despertado en Brasil. "Todas las personas que conozco y han visitado China han regresado con impresiones profundas, y mi esposa ya ha pedido venir conmigo la próxima vez", manifestó.■