BRASILIA, 10 jun (Xinhua) -- El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro (2019-2022), negó hoy martes, en su declaración ante el Supremo Tribunal Federal (STF), haber participado en cualquier intento de golpe de Estado o de plan para arrestar a autoridades.
No obstante, admitió haber discutido con asesores y comandantes militares alternativas "dentro de la Constitución" para intentar revertir el resultado de las elecciones de 2022, en las que fue vencido en segunda vuelta por el actual presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
"Las conversaciones eran bastante informales, no se trataba de algo propuesto, de 'vamos a decidir'. Eran charlas informales para ver si existía alguna hipótesis de un dispositivo constitucional para alcanzar el objetivo que no fue logrado en el TSE (Tribunal Superior Electoral). Eso fue descartado en la segunda reunión", declaró Bolsonaro.
La sesión ante la 1ª Sala del STF fue dirigida por el juez Alexandre de Moraes, relator del caso, quien en 2022 presidía el TSE.
Según el expresidente, no había apoyo suficiente para una ruptura institucional ni intenciones de las Fuerzas Armadas aceptar una ruptura institucional.
"No había clima, no había una base mínimamente sólida para hacer algo así (...) Las Fuerzas Armadas cumplen la misión legal que se les asigna. Una misión ilegal no se cumple", dijo Bolsonaro, quien negó que en algún momento un oficial haya amenazado con arrestarlo, como sostienen algunas versiones.
Al ser cuestionado sobre encuentros con el entonces comandante de la Marina, el almirante Almir Garnier, también descartó que haya habido conversaciones para impedir la asunción del presidente Lula da Silva.
"En ningún momento Garnier puso tropas a mi disposición. Si hubiéramos decidido avanzar con un Estado de Sitio, las medidas habrían sido otras", dijo.
También afirmó que trató con los comandantes temas como protestas de camioneros y las aglomeraciones frente a cuarteles, que pedían intervención militar. Según Bolsonaro, el tema era el uso de la Garantía de la Ley y el Orden (GLO) en caso de disturbios, sin salir de "los límites constitucionales".
Durante el interrogatorio este martes, Bolsonaro pidió disculpas al juez Alexandre de Moraes por declaraciones realizadas en el pasado, en las que insinuó, sin pruebas, que integrantes de la Corte Suprema estaban involucrados en actos de corrupción durante las elecciones.
"No había ningún indicio, señor juez. Tanto es así que era una reunión que no iba a ser grabada. Fue un desahogo, una retórica que utilicé. Si hubieran sido otros tres en el cargo, habría dicho lo mismo. Así que le pido disculpas, no tenía intención alguna de acusar de desviación de conducta a ninguno de ustedes tres", dijo.
Bolsonaro es uno de los ocho acusados considerados por la Procuraduría General de la República como parte del llamado "núcleo crucial" de una trama golpista a fines de 2022. El juicio continuará esta semana con los demás interrogatorios.
El exayudante de órdenes del expresidente, el teniente coronel Mauro Cid, afirmó el pasado lunes que, al final de su mandato, Bolsonaro había leído un borrador de un plan para ejecutar un golpe de Estado y que había realizado alteraciones en el documento.
