RÍO DE JANEIRO, 3 jun (Xinhua) -- Brasil inauguró un centro de investigación dedicado a la restauración ecológica de la Amazonia, en el que trabajarán más de 100 científicos de 33 instituciones brasileñas e internacionales, informó hoy martes la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa).
El Centro Avanzado en Investigaciones Socioecológicas para la Recuperación Ambiental de la Amazonia, denominado Capoeira, se encuentra en la ciudad de Belém, capital del estado amazónico de Pará (norte), operará bajo la coordinación de Embrapa y contará con una inversión de 14 millones de reales (unos 2,5 millones de dólares).
Según Embrapa, Capoeira busca ir más allá de la producción de ciencia de excelencia: su objetivo es articular conocimientos científicos, tradicionales y comunitarios para promover una transformación social y ecológica profunda en la región amazónica.
Capoeira funcionará como un centro virtual, integrando laboratorios, universidades, organizaciones no gubernamentales y comunidades locales. Se enfocará en investigaciones socioeconómicas, ecológicas y bioculturales que promuevan la restauración ambiental de ecosistemas degradados.
"Buscamos articular y promover una transformación positiva en la región, reemplazando la cultura de la destrucción por la de la restauración", señaló Joice Ferreira, investigadora de Embrapa y coordinadora del centro.
El nombre Capoeira hace referencia a la vegetación que crece en una zona previamente deforestada, denominada vegetación secundaria.
Según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, siglas en portugués), cerca del 18 por ciento de la selva amazónica (846.000 km²) ha sido destruido. A esta pérdida se suma la degradación ecológica causada por incendios, explotación maderera y fragmentación del bosque, que ya afecta al menos 370.000 km² de selva, una superficie superior a la de Alemania.
Estos procesos generan emisiones significativas de gases de efecto invernadero, pérdida de biodiversidad, alteraciones en el régimen de lluvias y aumento de enfermedades y conflictos sociales.
Los investigadores de Capoeira analizarán más de 100 sitios de restauración en distintos estados de la Amazonia Legal. Entre las técnicas evaluadas estarán la regeneración natural, la regeneración asistida (con plantación de especies nativas) y la restauración completa mediante reforestación o siembra directa.
También se estudiarán los Sistemas Agroforestales (SAF), que combinan árboles con cultivos agrícolas, ofreciendo alternativas sustentables a comunidades rurales.
Según estudios previos de la red coordinada por Ferreira, los SAF constituyen el 38 por ciento de las estrategias de restauración documentadas en la región, seguidos por la regeneración natural (30 por ciento) y los plantíos forestales (20 por ciento). Sin embargo, la mayoría de estos estudios son puntuales y carecen de integración socioeconómica y cultural, lo que Capoeira busca superar.
"El centro surge como una iniciativa que pretende abordar de forma integral los aspectos ecológicos, sociales, económicos y culturales de la restauración", explicó Ferreira.
Además, Capoeira servirá como polo de generación de información sobre riesgos climáticos, desarrollando mapas sobre sequías extremas, olas de calor y cambios de temperatura, así como identificando especies resilientes de plantas y polinizadores.
Los investigadores de Capoeira consideran que la restauración de la Amazonia es urgente y clave para mitigar los efectos del cambio climático.
Brasil se comprometió, en el marco del Acuerdo de París, a restaurar 12 millones de hectáreas para 2030, de las cuales alrededor del 38 por ciento corresponde a la región amazónica.
"La mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de Brasil provienen del cambio de uso del suelo y la deforestación en la Amazonia. Por eso, revertir estos procesos es fundamental", subrayó Ferreira.
Según un estudio de 2020 de la Alianza por la Restauración de la Amazonia, se identificaron 2.773 iniciativas de restauración en la región brasileña, totalizando 113.500 hectáreas. La mayoría (79 por ciento) corresponde a acciones de pequeña escala, en parcelas menores a 5 hectáreas.