SAO PAULO, 2 jun (Xinhua) -- La estatal Fundación de Apoyo a la Investigación del estado de Sao Paulo (Fapesp), anunció este lunes el respaldo a startups para el desarrollo nacional de baterías de última generación destinadas al sector aeronáutico, con el fin de viabilizar aeronaves eléctricas, híbridas y de despegue y aterrizaje vertical (eVTOLs, los llamados "coches voladores").
Fapesp, una de las principales impulsoras de la innovación en Brasil, señaló en un comunicado que el financiamiento para el desarrollo de baterías fue destinado a la empresa tecnológica Ocellott, especializada en baterías y sistemas de distribución eléctrica de alta tensión. Sus soluciones incluyen cajas electrónicas, convertidores de potencia y controladores diseñados de manera específica para la electrificación del sector aeronáutico.
La compañía está ubicada en el parque tecnológico de Sao José dos Campos, en el interior del estado de Sao Paulo, una región estratégica que también alberga la sede de Embraer, la tercera fabricante de aeronaves del mundo, detrás de Boeing y Airbus. Desde allí, Ocellot se prepara para suministrar baterías de alta duración destinadas a aeronaves eVTOLs.
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el banco de fomento del Gobierno brasileño, lanzó una línea de crédito para que Embraer desarrolle en una fábrica en Taubaté, vecina a Sao José dos Campos, los coches voladores.
Con el financiamiento a la innovación de Fapesp, Ocellott trabaja también en baterías de emergencia para aeronaves como las de Embraer y para modelos de fabricantes internacionales, como Cessna y Gulfstream.
"Este tipo de baterías permite a los pilotos realizar procedimientos de emergencia en caso de un fallo eléctrico", garantizando el control de los mandos, señaló Rodrigo Junqueira, ingeniero de control y director de negocios de Ocellott, citado en el comunicado de Fapesp.
La firma también desarrolla baterías de alta potencia destinadas a propulsar motores eléctricos e híbridos, así como proveer de energía a los motores de los eVTOLs.
Según Junqueira, se espera que las primeras aeronaves eléctricas e híbridas comiencen a operar en los próximos dos a tres años, dado que algunos modelos ya se encuentran en fase avanzada de desarrollo.
Uno de los mayores desafíos, señaló el ingeniero, es desarrollar baterías con tecnologías químicas más avanzadas, capaces de ofrecer mayor autonomía y, al mismo tiempo, reducir el peso, características esenciales para garantizar la seguridad y el rendimiento en vuelo, ya que en el cielo no hay dónde detenerse.
La transición de la aviación tradicional a modelos eléctricos también implica la adopción de sistemas de alta tensión.
Destacó que el volumen de energía necesario para estas nuevas aeronaves requiere soluciones que nunca antes se han utilizado en aviones, por lo que en Ocellott se trabaja para hacer frente a ese desafío.
El impacto ambiental de las baterías al final de su vida útil también es motivo de preocupación.
"Una batería de avión que ha alcanzado su carga máxima y ya no es apta para volar podría utilizarse para electrificar una ciudad. Esto representaría una segunda aplicación para estas baterías, que generaría un mayor ahorro y una huella ecológica más inteligente", afirmó Junqueira.