LA PAZ, 30 may (Xinhua) -- Nueve países de Sudamérica acordaron este viernes en Bolivia establecer una red regional de vigilancia y respuesta para combatir la langosta sudamericana, una plaga migratoria que representa una creciente amenaza para la seguridad alimentaria en el continente, informó el estatal Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag).
La decisión fue adoptada durante un taller técnico celebrado en la ciudad boliviana de Santa Cruz (este), con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Comunidad Andina (CAN).
Las delegaciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay coincidieron en la necesidad de fortalecer la cooperación transfronteriza, compartir alertas tempranas y estandarizar mecanismos de control frente al avance de esta plaga, que en los últimos años ha afectado severamente zonas agrícolas del Chaco, el Gran Pantanal y regiones interandinas.
"El encuentro permitió acordar la conformación de una red regional de expertos en manejo de plagas, que brinde soporte técnico, análisis constante y capacitación a los equipos nacionales", señaló el director general ejecutivo del Senasag, Miguel Quiroz Ugarte.
Durante la reunión, los participantes evaluaron el riesgo creciente que representa la langosta Schistocerca cancellata, capaz de devorar hasta 150 toneladas de vegetación por día en su fase de manga, y de desplazarse hasta 100 kilómetros diarios.
Quiroz manifestó que este comportamiento pone en riesgo cultivos básicos como maíz, sorgo y soya, clave para la seguridad alimentaria y las economías locales.
Uno de los aspectos centrales fue el diseño de un sistema regional de monitoreo y respuesta rápida, con base en la experiencia de un reciente simulacro realizado en la comunidad de Limoncito, en el municipio boliviano de El Torno, donde se ensayó la detección, control y mitigación de una invasión simulada.
Los delegados propusieron también un plan de acción integral, que contemple recursos financieros para intervenciones de emergencia, el uso de tecnología satelital, protocolos unificados de control y programas de sensibilización para productores rurales.
Según el funcionario de la FAO, el cambio climático y el debilitamiento de ecosistemas de control natural han favorecido la expansión de la langosta en la región.
En este contexto, ratificó que la coordinación entre países resulta esencial para evitar que brotes locales se conviertan en crisis regionales.