TIANJIN, 30 may (Xinhua) -- Por primera vez desde 2017, el peruano Marcel Sánchez López está preparándose para regresar a China, esta vez sin tener que preocuparse por los procedimientos de entrada, que antes eran bastante engorrosos.
"Incluso como director ejecutivo de una empresa grande, solía sentir que ir a China era como enfrentar un mar de problemas", dice Sánchez, quien dirige una importante empresa de energía con vínculos de vieja data con el proveedor chino de equipos de gas Tianjin Sinogas Repower Energy Co., Ltd. "Ahora que no necesito el visado, estoy trayendo a mi familia tanto para hacer negocios como para hacer turismo".
A partir del 1 de junio de 2025, a los ciudadanos de Brasil, Argentina, Perú, Chile y Uruguay se les permitirá entrar a China sin visa por un máximo de 30 días para negocios, turismo, intercambio cultural o tránsito. La política, que se ejecutará a título experimental hasta el 31 de mayo de 2026, fue anunciada recientemente por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
Dada a conocer durante la cuarta reunión ministerial del Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) en Beijing a comienzos de este mes, esta política se alinea con la iniciativa más amplia de China para extender las exenciones de visados y fomentar intercambios amistosos con más países de América Latina y del Caribe (ALC).
Para las empresas chinas con lazos comerciales en la región, la medida es vista como un paso largamente esperado hacia una cooperación significativa. "Resuelve un verdadero cuello de botella en nuestras operaciones comerciales", afirma Ryan Yang, gerente general de Sinogas, una firma de tecnología energética con sede en Tianjin que exporta a México, Colombia, Perú, Chile y Brasil. "Los clientes ahora pueden venir para realizar inspecciones de fábrica, demostraciones de productos y sesiones de entrenamiento sin semanas o meses de demoras esperando visas".
Marcel Sánchez, cuya compañía comenzó a trabajar con Sinogas hace ocho años, señala que las restricciones del visado a menudo dificultan la cooperación. "En el pasado, teníamos que saltarnos los viajes de negocios y simplemente confiar en el soporte remoto de nuestro socio chino. Ahora podemos hacer de nuevo la colaboración cara a cara, y ahí es donde ocurre el verdadero progreso", comenta.
La continua expansión por parte de China de su política de exención de visados y los esfuerzos para facilitar las entradas envían una clara señal del compromiso del país con la apertura de alto nivel, según Yu Haibo, profesor asociado especializado en gestión turística en la Universidad Nankai, con sede en la ciudad septentrional china de Tianjin.
Estas medidas demuestran la determinación y los esfuerzos de China para promover una forma más dinámica, inclusiva y resiliente de globalización económica, de acuerdo con Yu.
El comercio entre China y ALC se duplicó en la última década, alcanzando los 518.400 millones de dólares en 2024. Los productos chinos, incluidos sus vehículos eléctricos, se exportan ampliamente a la región, mientras que los productos originarios de allí también gozan de una popularidad creciente en China. Cabe destacar que las cerezas chilenas y la carne de res argentina se han convertido ya en alimentos básicos en la dieta de los hogares chinos.
Sun Yanfeng, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos, que depende del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, señala que los países latinoamericanos están ansiosos por impulsar las exportaciones a través de sus vínculos económicos y comerciales con China. En su concepto, la política de exención de visado facilitará significativamente las visitas de los empresarios latinoamericanos, especialmente los de pequeñas y medianas empresas, al simplificar los procedimientos de viaje.
Tianjin Free Trade Service Co., Ltd., un importante proveedor de servicios para miles de pequeños y medianos exportadores, tiene a sus equipos de desarrollo de negocios preparándose para recibir más visitas entrantes. "Esta política traerá a los socios latinoamericanos a nuestras puertas", dice Du Chen, ejecutivo de la compañía. "Sin los obstáculos del visado, la gente está más dispuesta a venir, ver y confiar", afirma.
Elizabeth Milagros Alvarado Taco, una estudiante de postgrado peruana con especialización en negocios internacionales en la Universidad de Estudios Extranjeros de Tianjin, considera que la política de exención de visado acelerará las actividades comerciales, lo que, a su vez, facilitará a los empresarios y comerciantes latinoamericanos venir a China para realizar negociaciones, visitar fábricas o participar en ferias comerciales.
"También puede facilitar la rotación de equipos internacionales, mejorar la coordinación de proyectos multinacionales y reducir costos y tiempo de procesamiento. En general, esta conveniencia promoverá la inversión bilateral y la cooperación corporativa", opina Alvarado.