Por Chen Haoquan y Pablo Giuliano
SAO PAULO, 13 may (Xinhua) -- El ritmo de las relaciones entre Brasil y China alcanzó nuevos niveles de cooperación académica, científica y cultural, en especial en el intercambio universitario a todos los niveles y la consolidación de estudios en profundidad sobre la sociedad china desde una perspectiva brasileña, y ya no desde un foco con el tamiz de centros de pensamiento de Estados Unidos o Europa, según expertos consultados por Xinhua.
Principal socio comercial de Brasil desde 2009, China no es apenas un país del intercambio robusto en la cooperación, economía y negocios, sino que también para la academia brasileña es uno de los puntos de partida para el desarrollo de las universidades, la sociedad en su conjunto y las miradas del Sur Global aplicadas al día a día de las personas.
Esta visión fue compartida en una entrevista con Xinhua por el profesor y economista Célio Hiratuka, coordinador del Grupo de Estudios Brasil-China de la pública Universidad de Campinas (Unicamp), y con el sociólogo Tom Dwyer, director brasileño del CASS (Academia China de Ciencias Sociales)-Unicamp.
"Los estudios sobre China a partir de Brasil tienen mucho potencial y despiertan mucho interés por el fracaso del modelo de globalización que fue de cierta manera 'vendido' por Estados Unidos y reflejado también de alguna manera por Europa. China representa una nueva perspectiva", dijo Hiratuka.
Para el director del Instituto de Economía de la Unicamp, ubicada en el estado de Sao Paulo, el modelo estadounidense, basado en el individualismo y colocando al mercado como el encargado de resolver los problemas, se contrapone a lo que tiene para mostrar China, como nuevas oportunidades de políticas públicas, relaciones entre privados y el Estado y otro sistema.
Es esta perspectiva de China la que desata el interés en los jóvenes estudiantes brasileños.
"Este proceso está relacionado con el crecimiento de las relaciones bilaterales y la proyección de China en el sistema internacional. Algunos de estos jóvenes poseen ya un conocimiento relevante de China, del idioma y se interesan particularmente por áreas como la economía y las políticas públicas chinas", destacó.
Los lazos académicos fueron aumentando en el siglo XXI.
"La intensidad de las relaciones entre Brasil y China es un fenómeno del siglo XXI, por eso es natural que no esté tan consolidado como con países occidentales. Aun así, el crecimiento ha sido rápido. Las universidades han estado en la vanguardia, incluso más que los think tanks", explicó Hiratuka.
Puso como ejemplo el funcionamiento del CASS-Unicamp (Centro de Estudios Brasil-China) como fruto de colaboraciones sólidas entre profesores, estudiantes e instituciones.
El sociólogo Dwyer, por su parte, como director brasileño del CASS-Unicamp, dijo que uno de los puntos clave para cualquier tipo de aumento del vínculo y de garantía de cooperación realista es la experiencia de las relaciones personales entre profesores, alumnos y al calor de instituciones que trabajen por un diálogo bilateral con contenido.
"Actualmente, muchos estudiantes van a China a hacer posgrados, especialmente en ciencias sociales, medio ambiente, sociología, ciencia política. Hay una generación de investigadores interesados en estudiar a China de forma autónoma", explicó.
Dwyer, a su vez, destacó la importancia de lo que llamó 'mediadores culturales' para una relación auténtica entre los dos países. "El arte, el cine, la música, todo lo que estimula la empatía es fundamental. Lo que más me preocupa es que Brasil se vea atrapado en una lógica de enfrentamiento entre Estados Unidos, Europa y China. Debemos construir lazos sociales que vayan más allá del comercio o el dinero", afirmó.
Calificó como "clave" para superar estereotipos y malentendidos la formación de chinos que entiendan a Brasil y de brasileños que puedan comprender a China y puso como ejemplo iniciativas de cursos, seminarios, intercambios y becas.
Ambos académicos alentaron iniciativas como premios temáticos, cátedras bilaterales y financiamiento compartido entre agencias de fomento universitario y científico para incentivar intercambios de profesores y estudiantes.
Hiratuka también destacó la relación de "ganar-ganar" en el intercambio directo entre Brasil y China sin la mediación de potencias occidentales tradicionales.