MÉXICO, 27 ene (Xinhua) -- Decenas de pequeños productores de México, Venezuela y Colombia participan desde este viernes en una feria gastronómica en el oriente de la Ciudad de México y conmemoran a los tradicionales tamales (alimento precolombino elaborado de masa de maíz), con rellenos de dulce, carne o especies que logran seducir hasta a los paladares más exigentes.
La Macroplaza del Jardín Cuitláhuac de Iztapalapa acoge la exhibición, denominada Feria del Tamal, y reúne a 69 expositores que ofrecen sus especialidades e innovaciones culinarias, que además de ser una forma de impulsar la economía local y apoyar a los productores, será "un banquete para todas las familias asistentes", explicó la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada.
En muchas ciudades como la capital de México, diariamente los trabajadores de la industria del tamal preparan sus productos en grandes ollas y mechas a base de gas o carbón para salir a venderlos en las calles y en las esquinas de importantes avenidas.
En sus triciclos, los comerciantes llevan tamales tradicionales (de pollo con salsa verde, rajas con queso, pollo con mole o dulce de guayaba), así como atoles (bebida a base de harina y sabores naturales), y que son ofertados con su famosa promoción de "lleve, lleve sus tamales", que es escuchada desde una lejana bocina.
Los tamales colombianos o venezolanos no se quedan atrás. El tamal colombiano se hizo de forma de canasta mediana y está relleno de carne de res y cerdo, explicó a Xinhua el joven Sebastián Urbina, quien considera "un honor" poder compartir con los mexicanos el sabor del tamal colombiano.
En esta feria se presenta una amplia oferta con más de 100 platillos, entre los que destacan los tamales de hoja de maíz, de camarones, hongos, frijol, chipilín, conejo, elote, además de dulce de piña, fresa, guayaba, zarzamora con queso, chocolate, piñón y los más ingeniosos con gansito, galleta, amaranto, cereza o mazapán, entre otros.
También se muestran tamales oaxaqueños (con hoja de plátano) con especialidades de distintos guisados y ancestrales, de los que destaca el elaborado de ahuautle, cuyo platillo se preserva de la zona lacustre del lago de Texcoco, a unos 60 kilómetros de la capital mexicana, y proviene del huevo de mosco acuático.
Asimismo los asistentes podrán disfrutar de charales, huauzontle, mextlapiques, acociles, ancas de rana, nopales, quelites, chilacayotes, coco, plátano, xoconoxtle, gusanos de maguey, chapulines, rajas, zacahuil, tejocote y vegetarianos, entre muchas otras especialidades.
El significado del tamal y su elaboración en México, según historiadores, se remonta a la época precolombina en el que marca el inicio del ciclo agrícola, por lo que su producción durante el Día de la Candelaria, cada 2 de febrero, garantiza una buena cosecha durante todo el año y también culmina las festividades navideñas como resultado del sincretismo entre dos prácticas rituales: prehispánica y católica.
Por ello, la Feria del Tamal de Iztapalapa y Ciudad de México hace "un homenaje al maíz y a los productores de esta industria", insistió Brugada.
Brugada explicó que hoy en día la industria de la producción de tamales en la Ciudad de México produce poco más de dos millones de piezas al día y se genera una derrama económica por encima de los 50 millones de pesos mexicanos diarios que dan sustento a las familias y productores, además de generar empleos directos e indirectos en cada región que los comercializa.
