BUENOS AIRES, 25 ene (Xinhua) -- El eventual establecimiento de una moneda común sudamericana, propuesta hecha esta semana por los gobiernos de Argentina y Brasil, debería permitir la integración y el crecimiento regional sin dejar a nadie atrás, explicó el académico argentino Hernán Letcher.
"Para llegar a una moneda común se debe llegar a puntos de convergencia de las principales variables macroeconómicas. En el caso de Argentina, nuestro país tiene cuestiones de tipo cambiario o de índole monetaria que debería encauzar", dijo el experto en entrevista con Xinhua.
La propuesta de moneda común fue lanzada el pasado domingo por los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en la antesala a la VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se desarrolló el martes en Buenos Aires.
Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), señaló que "Argentina hoy tiene un escenario particular, porque estamos tratando de cumplir con las metas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y estamos ordenando el frente monetario".
"Si avanza esta moneda común habrá que discutir con Brasil una única forma de emisión monetaria, y lo mismo para el frente cambiario, lo cual implica compartir en buena medida la libertad de tomar decisiones en esos aspectos", explicó.
El magíster en Economía Política por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) subrayó que una eventual moneda común para el intercambio entre Argentina y Brasil o en todo caso para la región, "tiene que ser una herramienta que permita la integración y el crecimiento de los países".
"Si extendemos la propuesta más allá de Argentina y Brasil, hacia los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), podría ocurrir lo que ocurrió con Grecia y el euro, que cuando Atenas quiso salir no podía, y finalmente los países que tenían mayor productividad industrial, como Alemania y Francia, tuvieron un beneficio", advirtió el economista.
Entre los principales desafíos para el avance de una moneda común regional, Letcher mencionó las cuestiones vinculadas a "las fluctuaciones políticas, ya que los compromisos de índole institucional de los países deben ser sostenidos en el tiempo".
Consultado sobre a quién beneficiaría una moneda común, el experto dijo que "en el caso de una moneda entre Argentina y Brasil, a Argentina, mientras que en el caso de una moneda del Mercosur, Argentina y Brasil serían lo que son Alemania y Francia en Europa con el euro, los principales beneficiarios", en desmedro de Paraguay y Uruguay, los otros dos integrantes del mecanismo.
Letcher dijo que para Brasil, la principal economía de América Latina, también es importante una moneda común.
"Entre Brasil y Argentina se maneja el 50, 60 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto) de la región sudamericana, así que es muy significativo para Brasil, también en términos geopolíticos y de relación comercial", sostuvo.
Precisó que "Brasil es el principal socio comercial de Argentina. En 2022, concentró el 17 por ciento de los flujos comerciales externos y se constituyó en el principal destino de las exportaciones argentinas, con el 14 por ciento del total, por casi 12.000 millones de dólares".
"Las compras a ese país representaron el 20 por ciento de las importaciones argentinas, por aproximadamente 15.000 millones de dólares, ubicándose en el segundo lugar después de China", detalló.
"Para Brasil, Argentina constituye el 7 por ciento de su comercio exterior, siendo el tercer mercado en importancia, después de China y los Estados Unidos", agregó el experto.
Lula da Silva refirió el lunes pasado en Buenos Aires la importancia de crear una moneda común sudamericana para reducir la dependencia al dólar por parte de los países de la región.
La iniciativa comenzaría con una experiencia bilateral que busca superar las barreras de los intercambios comerciales entre Argentina y Brasil.
Letcher consideró que "el camino para una moneda común no es sencillo. Uno lo dice y se cree que todo es positivo, pero es difícil, porque en medio está la cuestión de las productividades y de las políticas económicas que deben ser sincronizadas".
"No deja de ser un condicionante (...) para Argentina lo que tiene que ver con la emisión monetaria o en términos cambiarios, porque una moneda común condiciona. Mejora por un lado, pero por el otro condiciona, porque no se pueden usar herramientas sin antes consultar con Brasil", afirmó.
En la mirada del académico, la propuesta que lanzó Lula da Silva "es, en todo caso, una discusión que se abre, pero sus plazos de implementación son, al menos, a mediano término".
